Era una noche fría y sosegada, él respiraba con calma, había vivido tantas veces ese momento....y todas habían terminado igual...unas habían finalizado bien, pero finiquitadas al fin y al cabo, otras no tan bien, algunas mal...él estaba cansado de buscar, de esforzarse por ser él mismo, de malgastar su tiempo en ocasiones... En realidad lo había pasado mal y se preguntaba si podría volver a sentir algo verdadero, algo que le hiciese temblar la voz o que le llenase por completo con sólo pensar en ello... Por primera vez se dio cuenta de que tenía miedo al amor, y al desamor, y a no poder volver a enamorarse..... La vida se había ensañado por ese camino y él mismo era quién ahora ponía trabas a sus relaciones, para que no le dañasen, lo cual era ridículo pues en el fondo se hacía más daño del que quería evitar...Pero tenía miedo, dos miedos de hecho, el primero a ilusionarse con algo poco posible, y el segundo a las ilusiones rotas...
Decidió que afrontaría las situaciones según como fueran viniendo, que seguiría siendo él mismo, y comportándose como tal, que afrontaría todo según llegase a él, y que por esa noche y sin que sirviera de precedente ya no iba a pensar más en el tema, y así lo hizo....
2 comentarios:
me recuerda mucho a mi misma.
debemos ser muchos en está situación, aunque como se suele decir, mal de muchos, consuelo de .....
un abrazo.
Pus ya siento que coincidamos en esto, podíamos coincidir en cosas mejores...ainsss. Espero que encuentres lo que buscas.;)
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