lunes, 19 de octubre de 2009

Érase una vez. . . .

Érase una vez, un lejano país, del que el sol nunca se iba, en el que la gente era hermosa y simpática, y las noches dulces y llenas de estrellas. Un pais de verdes colinas, y frondosos bosques, poblados de todo tipo de animales y plantas, un país, al que una vez te acercabas, tenías la sensación de haberte salido del mundo, para entrar al paraiso. Érase una posada en lo alto de una colina... La casita estaba habitada por un montón de seres de diferentes especies, todos/as convivían en armonía, hasta que cierto día, el posadero y su esposa eran dos amables y serviciales persojanes, muy peculiares, y a la vez encantadores y simpáticos....
El sol brillaba en lo alto como pasaba a diario, y Brus, el perro vijilaba su reino en silencio. La mañana ya dejaba paso a la tarde cuando de repente un carruaje se detuvo frente a la estancia, de él se bajarón una serie de personajes de lo más extraño, cada uno traía sus mejores intenciones, venían desde lejos con la intención de pernoctar y llevar a cabo la conquista del 'Castillo de Cornatel', para continuar al día siguiente su viaje. Una vez hechas las presentaciones, la tarde se presentaba intensa.. Tenían como misión asaltar el castillo, pero no eran conscientes de cuan árdua y dura les iba a resultar esa tarea... Tras un duro trecho llegaron a los pies de la fortaleza, sin más dispusiéronse, a tomarla, la lucha fue brava y costosa, pero al final se alzaron con el triunfo y la fortaleza y sus habitantes se rindieron a sus pies...
La noche se adivinaba divertida, pues la celebración tras la conquista cumplía grandes expectativas, las primeras luces del alba les mostraron el fin de las celebraciones y el camino hacía sus aposentos...
A las pocas hora el carruaje ataviado con lindos corceles negros, les esperaba en la puerta de la posada, y con una amplia sonrisa en el rostro abandonaron aquel maravilloso lugar... Y fueron todos felices y comieron tortilla y colorín colorado este cuento ha terminado.

1 comentario:

Cosechadel66.es dijo...

A mi también me gusta más la tortilla que las perdices...

Carpe Diem